David Suárez relocation manager y dinamizador económico rural

Cuando estudiaba en el instituto había una compañera del grupo de teatro a la que le  encantaba decir “akirakurosawa” cuando salía al escenario a presentar las obras. Nos cansábamos de insistirle en que no saludara así, porque algún día alguien se daría cuenta de que eso no era un saludo oriental sino el nombre de un director de cine japonés pronunciado de corrido. No nos hizo caso y nadie se enteró, o al menos nadie nos dijo nada. Le encantaba pronunciarlo y lo hacía con semejante entonación que sonaba a poesía. Sinceramente, creo que era lo mejor de la representación.

No sé por qué nos fascina tanto lo oriental. Supongo que será porque Oriente está muy lejos y porque el cine de la Guerra Fría se cansó de mostrarnos el peligro amarillo a través de personajes tan fascinantes como Fumanchú, aunque luego llegarían héroes como Bruce Lee, y más recientemente Jackie Chan, además de los restaurantes y bazares chinos, que han ayudado a dulcificar la imagen de lo asiático y a empatizar con ellos.